Xiao Yang Zheng acaba de abrir en el número 67 de la calle Aragón de Palma el primer negocio de Auto Tuning en España con el sello "Made in China". Ofrece accesorios pensados para personalizar el coche. Zheng tiene 29 años y con este negocio diversifica la empresa familiar, empleado siete días a la semana desde hace ocho años en un restaurante de la zona.
«Estaba cansado de ver tiendas de Todo a 100 y zapaterías, me apetecía probar cosas nuevas y sobre todo, poder librar un día a la semana para estar con mi mujer y mis hijos», dice, diferenciándose de los negocios típicos de sus compatriotas: mercerías, ferreterías, droguerías o papelerías con sus bazares perennes, baratos y muy surtidos. Palma está llena de coches.
Existen otras tiendas en la ciudad que ofertan liftings barrocos para interiores de buga. La novedad está en los precios más bajos. Para redecorar kitsch, un punto naif y suntuosidad oriental de barrio.
La tienda, impoluta y ordenada, tiene varias vitrinas giratorias con objetos de cristal en forma de limusinas, budas, delfines, cerdos, águilas o botellas de perfume. Tipo Swarovski, pero de saldo y con funciones de ambientador en cuanto se rellenen de colonia las peanas que los sustentan. Para diferenciar el salpicadero con la figurita sobre una alfombrilla de silicona similar a las que se usan para manejar el ratón del ordenador. Se evita así que la pieza, normalmente con brillos dorados y esculpida con la geometría de los diamantes, resbale.
En China es tendencia tuning convertir el salpicadero en un belén de muñecos cabezones y ojos grandes. Doraemon y otros gatos animados son la versión oriental del perro de plástico que mueve la cabeza con el vaivén de la conducción, de moda hace un tiempo. En la tienda de Zheng, los adornos están etiquetados como ‘obras de arte’ y se mueven pora la luz solar. Se adquieren por menos de cinco euros. El resto de la exposición se nutre de todo tipo de ropajes para cubrir cualquier parte del coche: freno de mano, palanca de cambios, volante, espejo, parasol y, sobre todo, asientos. Las fundas se ofertan empaquetadas en plásticos transparentes como los edredones de raso y las mantas de toda la vida.
En venta el juego completo: delanteros y trasero en temporadas de verano e invierno. Para los calores, materiales transpirables, livianos y fresquitos. Del bambú al trenzado con símbolos orientales. Para el frío un trasunto de piel de oso polar. Blanco y confortable.
Para los asientos almohadas en forma de hueso que prometen descanso al reposar la cabeza o las lumbares. Hello Kitty está omnipresente en los estampados, aunque la tienda no olvida el tirón patrio con el balón. Para lucir fervor de su equipo favorito, hay cojines con los escudos del Real Madrid, el Barça o el Mallorca.
Para pareja tuneadora enamorada hay pares de almohadas que se unen para formar un corazón, versión textil del clásico colgante en plata dividido en dos.
El espejo interior se adorna con accesorio funda peluda, rematada con borlas de tela.
Fuente: elmundo.es
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