La feria fue variada y se podía ver un Rolls Royce junto a camiones de principios del siglo XX, como Perkins, Layland, Reo, Ford, Dodge, Ebro, DKW-Autounión o Volvo. La lonja del Palacio de Congresos estaba dedicada a las motocicletas. Se vieron Montesas de mediados del siglo XX, Bultacos, Gileras y míticas marcas. Una exposición de Lambretta, alguna con sidecar.
El tuning tuvo presencia en el Pabellón Asturias, con un Mercedes deportivo último modelo capaz de generar niebla, míticos Opel Calibra decorados hasta el último de los detalles. Las exhibiciones matutinas de trial o de 'freestyle' fueron imposibles de realizar por la lluvia, los obstáculos estaban completamente empapados. La primera edición de Expomotorauto nació con la intención de ser un referente del mundo del motor en el Norte de España y ha saldado con una gran nota su prueba de fuego.
Fuente: www.elcomerciodigital.com y www.expomotorauto.es
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